Todos tenemos algo en común al tratarse de jugar juegos electrónicos, muchos de nosotros hemos jugado en algún momento de nuestras vidas. Algunos nos mantuvimos jugando de pequeños hasta la adolescencia, para luego dejar de jugar para siempre como si fuera una fase más en nuestro desarrollo y ciclo de vida.  Otros nos mantuvimos fieles y continuamos al presente la trayectoria de jugar videojuegos.

También hay diferentes tipos de jugadores, desde los casuales que son los que juegan en algunas ocasiones y típicamente son juegos simples y sencillos, algunos de estos son Angry Birds, Temple Run, y  ¿recuerdan Farmville en Facebook en sus comienzos?  También están los jugadores “hardcore” que son los jugadores impulsivos, siempre al tanto de jugar lo nuevo, lo viejo y lo variado, algunos de estos pueden ser fans de Call of Duty, Skyrim, Metroid, entre otros.  Y como excluir a los jugadores coleccionistas, que tienen de pasatiempo coleccionar sus consolas,  juegos originales y siempre están en busca de revivir momentos pasados y nostálgicos, en fin hay jugadores de todas clases.

Siempre nos han comentado que todo en exceso hace daño, y que lo que puede ser un sano pasatiempo, se puede tornar extremista, excesivo y adictivo. Mucho de estas obsesiones nos pueden llevar a alejarnos de la sociedad, bajar las notas y calificaciones en la escuela, afectarnos en nuestra salud (alimentación, falta de sueño) y puede llegar a tanto como para causar rupturas en relaciones con nuestras parejas, por falta de atención.

Seguramente muchos de nosotros nos hemos topado con este dilema, y nos hemos sumergido tanto en los videojuegos que nos ha afectado en nuestra vida cotidiana.

La verdad es que la vida es un balance, un equilibrio total. La culpa no la tienen los juegos, el control está, literalmente, en nuestras manos  En cómo crear un balance para poder disfrutar de este pasatiempo moderno, sin descuidar nuestra salud, relaciones y vivencias.

Con la tecnología tan avanzada hoy día, es inevitable evitar algún tipo de juego casual que toque algún amigo, familiar o conocido cerca de nosotros.  Los videojuegos están presentes en todos lados y extremadamente accesible en cualquier plataforma ya sea tableta, celular, computadoras, consolas, etc. El segmento de los videojuegos se ha diversificado y expandido tanto, al punto que está al alcance de todos. Es una ramificación expandida viral, o mejor dicho virtual.

No todo es negativo con los videojuegos. A la medida que la tecnología ha evolucionado, otros sectores han buscado como expandir su alcance y lo han hecho a través del gaming. Por ejemplo; la salud (Wii Fit, UFC Personal Trainer, EA Sports Active), la música (Rock Band, Kinect, PS Move, DJ Hero). En general, compartir de maneras únicas con nuestros amigos dentro y fuera de un cuarto o sala promueve; la coordinación de ojo y manos, ayuda a nuestro estado de humor, desarrollamos emociones en el transcurso del juego, nos permite expresarnos mediante el arte en algunos casos (U Draw), nos ejercita la mente (Brain Age, Brain Training, Sudoku), y hasta aprendemos de datos históricos y trivias (You Don’t Know Jack, Are you Smarter than a 5th grader).

La realidad es que los videojuegos nos pueden brindar experiencias sociables e interactivas con nuestros amigos y familiares, como también nos pueden alejar y llevarnos por un camino más oscuro. Búscale a los juegos el enfoque y el balance correcto y verás que disfrutarás mejor de este pasatiempo de muchos. Pero en especial, toma en consideración a tu pareja que de repente te puede llegar el Game Over más fuerte de vida. Cuando te entreguen un papelito pidiendote el divorcio. #justsaying GAME ON!!!!