Luego del éxito que tuvo Bohemian Rhapsody durante el año pasado, los ojos de muchos cayeron a Rocketman, la película basado en la vida de Elton John. Y el contraste entre ambos es bastante grande.

Protagonizada por Taron Egerton (Kingsman: The Secret Service), nos presenta la vida del cantante de una manera fantástica y mágica desde su infancia hasta su estrellazo, cual le trajo sin número de problemas con su adicción a las drogas y al sexo. También vemos cómo John lucha contra con la búsqueda del amor y de su identidad.

La razón qué digo que presentan la vida del músico de forma mágica es por el uso de canciones como Rocketman, The Bitch is Back, Saturday Night’s Alright For Fighting y I’m Still Standing para mover la historia de una forma entretenida y brillante. Otra razón que hace que estos momentos sobresalgan es que tenemos el elenco cantando las canciones dándole energía y pasión a cada verso de la brillante selección de banda sonora.

Con Egerton en el rol titular, el logra ser brillante con su actuación dando mucha energía y pasión en cada momento. Junto a él se encuentra Jamie Bell, Richard Madden, Bryce Dallas Howard. Jamie Bell luce impresionante cómo Bernie Taupin, el escritor de muchas de las canciones de Elton John. Madden, conocido por la serie Game of Thrones y The Bodyguard, interpreta a John Reid, el manejador y amante de John. Y la sorpresa más grande es Bryce Dallas Howard, quien interpreta a la madre del cantante, por lograr un acento inglés bastante efectivo.

Una de las partes más brillantes de esta película es el diseño de vestuario. La producción logró recrear algunos de los vestuarios más icónicos de Elton John con gran exactitud. Esto incluye los vestuarios más sencillos hasta los más extravagantes.

Rocketman es una de las mejores películas de este año al traer la energía de la música de Elton John de una forma mágica. La cinematografía, los vestuarios y la actuación de su elenco, en especial la de Taron Egerton, son parte del por qué debes verla antes se vaya de las salas de cine. Es cómico que está película fuese dirigida por Dexter Fletcher, quien dirigió las últimas dos semanas de filmación de Bohemian Rhapsody.